La distensión de ligamentos de rodilla

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La distensión de ligamentos de rodilla o más comúnmente llamado “esguince de rodilla” se refiere a la elongación o, en los casos más graves, a la rotura de los ligamentos que se encargan de dar estabilidad y propiocepción a la articulación de la rodilla para limitar los movimientos en todos los planos.
Para que podamos entenderlo mejor haremos una revisión anatómica, así veremos donde se encuentran.

La articulación de la rodilla esta formada por:

  • el cóndilo femoral
  • la meseta tibial
  • el peroné
  • la rótula

La meseta tibial aloja a los meniscos, uno interno en forma de “C” y otro externo en forma de “O” y sobre ésta los cóndilos femorales se apoyan para producir los movimientos de la rodilla, flexión, extensión, y rotaciones.

Perfecto, ahora nos metemos de lleno con los ligamentos de la rodilla y encontramos cuatro, dos ligamentos laterales, uno interno (LLI) y otro externo (LLE) y dos más, el ligamento cruzado anterior (LCA) y el ligamento cruzado posterior (LCP).
Y para terminar por encima de todo esto nos encontramos el paquete muscular que rodea y envuelve a la articulación de la rodilla.

rodilla 3
Repasada su anatomía, nos centraremos ahora en la biomecánica de la articulación (qué movimientos puede generar) y lo más importante, analizar las posibles lesiones asociadas a la distensión de los ligamentos de la rodilla, para ver qué podemos hacer desde la fisioterapia en cuanto a su prevención o rehabilitación.

Nos centraremos en las lesiones que nos solemos encontrar a menudo en Psicofisio:

Diferentes grados distensiones o esguinces de rodilla:

Grado1: El más común es como su propio nombre indica una distensión, imaginemos que tenemos una goma elástica, sabemos que una goma elástica se puede elongar o estirar y luego retomar su posición, bien, pues esa deformación y vuelta a su posición inicial sería en grado 1, la goma se elonga un poquito más de lo normal, pero es capaz de retomar su posición, como os podéis imaginar la evolución de esta lesión tiene muy buen pronóstico.

Grado2: Esta es la lesión que más a menudo vemos en clínica. Retomamos al mismo ejemplo de la goma, pero esta vez la vamos a estirar un poco más. En este punto entramos en la fase plástica, es decir, la goma se elonga igual que antes pero se no consigue retornar a su estado inicial. Aquí es cuando ya podríamos decir que la lesión es algo mas seria y nos implicará un período algo mayor de recuperación y por tanto, de paciencia.

Grado3: Este grado podría ser el peor pronóstico, ya que hemos pasado la fase elástica, la fase plástica y se nos ha roto la “goma” o en este caso nuestro ligamento de la rodilla. Pero como os contare más abajo también hay solución.

Entendidos los grados en los que se nos pueden ver afectados los ligamentos por el día a día, la práctica deportiva o algún accidente, vamos a ver alguna de las posibles causas de las distensiones o esguinces de rodilla:

Una de las mas frecuentes que nos encontramos en Psicofisio suele ser la que se produce cuando se generan giros bruscos (rotaciones) con el cuerpo pero el pie no se mueve del sitio, lo que puede generar una distensión de los ligamentos laterales, el interno o el externo, dependiendo del lado hacia el que se produzca la rotación, esto sucede también en deportes en los que los pies están fijados como por ejemplo en el esquí, a los pedales automáticos en las bicicletas o al clavarse una bota de tacos como les puede suceder a futbolistas, jugadores de rugby… Pero también pueden sufrir este tipo de lesiones las personas con mala alineación de la articulación de la cadera con la rodilla, o lo que se suele denominar rodilla en varo o en valgo.

En conclusión, los ligamentos laterales son aquellos que estabilizan a la articulación de la rodilla en los movimientos laterales y en las rotaciones.

Ahora nos vamos a centrar en los mecanismos de producción de la lesión del ligamento cruzado anterior y si nos fijamos en su ubicación, podremos entender su misión y es que la rodilla no se valla hacia delante o impedir que lo haga.

Ejemplos de lesiones del LCA podrían ser la siguiente: vamos a imaginarnos que estamos corriendo y queremos frenar de golpe, en esta acción aparte de soportar la frenada la musculatura (que tiene un papel importantísimo) el cóndilo femoral va a intentar desplazarse hacia anterior y la misión del LCA, es controlarlo para evitar lesiones, ahora si la fuerza que hay que ejercer es muy grande el LCA puede sufrir y generarse una distensión o algo mas grave, un ejemplo práctico podríamos encontrarlo en el fútbol, un deportista va corriendo, quiere frenar bruscamente y clava la bota en el césped, o yéndonos a la misma disciplina el futbolista esta corriendo y el adversario accidentalmente le pisa el pie, y la rodilla se desplaza hacia anterior, afortunadamente, estas lesiones en el fútbol se ven cada vez menos, por una gran labor de prevención ejercida los técnicos deportivos, los fisioterapeutas y el cambio del diseño de los tacos de las botas.

La lesión de ligamento cruzado posterior es menos común y si la encontramos suele producirse por accidentes de alto impacto, ya que la misión de este ligamento es evitar que la rodilla se valla a una extensión exagerada, que también esta limitada por otras estructuras.

¿Qué pude hacer un fisioterapeuta para abordar una distensión de ligamentos de rodilla?

Dicho todo lo anterior, podréis imaginaros que algo podremos hacer:
Lo primero que hacemos en Psicofisio es escucharte, que nos cuentes que te duele, como te duele, cuando o con que movimiento, ejercicios con los que te molesta o duele.

Necesitamos que nos cuentes cuando y como sucedió o empezó a dolerte, a molestarte, a preocuparte. Con todo este podremos hacernos una idea de la envergadura o alcance que puede tener la lesión.
Pasada esta primera entrevista para poder investigar que pudo suceder, nos centraremos en el plano de la valoración tanto visual como táctil, pasando por realizar pruebas de movilidad y test específicos para testar todas las posibles lesiones, pruebas radiológicas, resonancia magnética, etc., para llegar a una conclusión.

Después de la primera entrevista, la valoración y la conclusión de la magnitud de la lesión, hay que idear un plan de tratamiento de las distensiones de los ligamentos de la rodilla, que dependerá del grado de lesión.

Las lesiones de grado 1, las consideramos leves, tiene un pronóstico muy bueno y con un programa en el que se incluyan medidas antiinflamatorias, manejo del dolor y una propuesta de ejercicios y de propiocepción (importantísima y fundamental para todas las lesiones).

La primera fase para controlar la inflamación la podemos realizar con baños de contraste (calor frío), con frío sólo o con Game-Ready, un equipo de compresión con frío con el cual obtenemos una reducción de la inflamación y control del dolor de una manera impresionante, por poner un ejemplo es lo que están usando hoy en día los futbolistas y deportistas de elite para recuperarse de sus cirugías o lesiones (y se recuperan muy rápido), también
controlaremos esa inflamación y el dolor con K-laser ( es una laser de alta potencia con unas características especiales, aparte de ayudarnos a controlar la inflamación y el dolor tiene un efecto estimulativo de las células fotosensibles que favorecen la regeneración tisular y por consiguiente, te recuperes antes).

Pero lo más importante después de abordar la inflamación y el dolor es tratar las contracturas musculares que se generan de defensa y que nos impiden el movimiento.
Posteriormente una vez resuelto la inflamación, el dolor y recuperada la movilidad articular entramos quizás en la parte las importante la recuperación de la propiocepción y el trabajo de potenciación, fuerza muscular.

Recuperación

recuperacion esguince rodilla

¿Por qué es tan importante la propiocepción para la recuperación de una lesión?

Pues para entenderlo nos vamos a adentrar en el proceso evolutivo y para ello nos vamos a ayudar de un ejemplo:

Cuando somo bebes, primero nos arrastramos, luego gateamos, nos intentamos poner de pie, nos caemos, intentamos andar, nos caemos y una vez adquirido el equilibrio, entonces es cuando andamos y en ese proceso de practicar la marcha, lo que estamos haciendo es adquirir la propiocepción, el equilibrio.

Pues bien si el equilibrio y la propiocepción es lo ultimo que aprendemos, cuando nos lesionamos es lo primero que perdemos, por eso, en la practica diaria de la clínica he oído más de una vez: “En el tobillo derecho he tenido 3 esguinces” y esto es debido a un malo o pobre trabajo de recuperación de la propiocepción en la mayoría de los casos.

Por eso el trabajo de la propiocepción lo considero tan importante.

Al mismo tiempo que se trabaja la propiocepción podemos ir introduciendo el trabajo de fuerza para ir potenciando y blindando la rodilla, para poder continuar con nuestra actividad y deporte favorito.

Y ahora si habéis leído todo esto os preguntareis:

¿Y en cuanto tiempo me puedo recuperar de esta lesión?

Depende del grado de la lesión y de vuestra recuperación, pero se puede estimar para una lesión de grado 1 entre 2 y 4 semanas.
Para las lesiones de grado 2, evidentemente tardaremos mas tiempo en recuperarnos y volver a nuestra disciplina deportiva, rondara entre las 4 a 8 semanas, todo este tiempo es orientativo y dependerá, de como de enserio nos lo tomemos y cuanto antes acudáis a un fisioterapeuta para empezar el tratamiento.
Para las lesiones de grado 3, en este caso tendremos que plantearnos si es necesaria o no la cirugía reparadora, pero nosotros tenemos experiencia y hemos abordado muchas de estas lesiones sin cirugía y los resultados han sido muy buenos.

Los tiempos de recuperación en estos casos, evidentemente son mucho mas amplios y nos podemos ir a 3 o 6 meses, pero son muchos factores a tener en cuenta.
Para finalizar el trabajo muscular es otro de los grandes pilares que tenemos que tener en cuenta en la recuperación de esta lesión sea del grado que sea, ya que tener y mantener una buena masa muscular nos garantiza una prevención y una mejor recuperación de la lesión.
En este apartado podemos realizar multitud de programas de ejercicio específicos para cada caso, para cada paciente y para cada disciplina.

La musculatura se puede trabajar tanto en el gimnasio, como con electroestimulación selectiva o en casa.

Pero repito, hay que fortalecer si o si al igual que hay que trabajar la propiocepción y hay que tomárselo muy en serio, ya que si nos vamos al plano anatómico y biomecánico entenderemos el papel tan importante que desarrolla esta en la estabilidad y en el “blindaje” de la articulación de la rodilla.

Los posibles programas de ejercicios los abordaremos en los próximos posts.