Estrés laboral
Estrés laboral, ¿Qué es?:
El estrés es la respuesta física y emocional de una persona ante el daño causado por el desequilibrio entre las exigencias o demandas percibidas en un entorno o situación y la percepción de los propios recursos y capacidades que esa persona dispone para asumir dichas exigencias. Esto es, hablando llanamente, el conjunto de síntomas físicos y emocionales que nos producen las situaciones cuando intentamos abordarlas y sentimos que no llegamos o que nuestras capacidades no son suficientes o apropiadas.
Refiriéndonos al estrés laboral en concreto, está relacionado con la organización y el diseño del trabajo, además de las relaciones laborales, con las múltiples implicaciones que conllevan estos tres puntos principales.
Incidencia del estrés laboral:
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sólo en la Unión Europea, el estrés laboral afecta a más de 40 millones de trabajadores. Una cifra sumamente importante. Aunque menos del 26% de empresas han tomado medidas para solucionarlo o al menos reducirlo.
Principales estresores laborales:
Según la OIT, el aumento de la competitividad, las largas jornadas de trabajo y el aumento de las expectativas sobre el rendimiento de trabajo son los principales aspectos sobre los que basar el crecimiento del estrés laboral. Estos factores podríamos pensar claramente que, hoy en día, estén muy especialmente presentes debido a la presión general por la crisis económica y la situación psicosocial que estamos viviendo.
De aquí podemos derivar los siguientes estresores laborales:
- Relaciones interpersonales en el trabajo (aislamiento social o físico, conflictos interpersonales)
- Rol desempeñado (ambigüedad de roles y responsabilidades)
- Cultura organizacional (Falta de comunicación y de claridad en los objetivos, falta de apoyo en los problemas y en el desarrollo profesional)
- Desarrollo de la carrera profesional (Estancamiento, inseguridad, exceso o falta de promoción, incertidumbre)
- Falta de control sobre el trabajo
- Conflictos familia-trabajo
- Entorno físico del trabajo (Materiales y/o instalaciones no apropiadas)
- Ritmo de trabajo (Sobrecarga, alta presión, falta de control)
- Diseño del trabajo (Tareas rutinarias, muy fragmentadas, ciclos cortos, monótonos, sin poner en práctica habilidades)
- Horarios de trabajo (inflexibles, turnos largos que afectan a las relaciones sociales).
Causas del estrés laboral:
Desde la Psicología del Trabajo sabemos que las razones por las que se produce el estrés laboral son debidas a la presencia de los posibles estresores mencionados anteriormente y su interacción con las características particulares de las personas. Estas variables personales se refieren a personalidad, entorno familiar y social, necesidades específicas y estrategias de afrontamiento. La forma en que interaccionen dichos estresores con la persona determinará la aparición o no de estrés, además del nivel o gravedad de los síntomas.
Síntomas del estrés laboral:
Los síntomas pueden ser múltiples y dependiendo de cada persona. El estrés laboral puede producir síntomas físicos, de comportamiento y psicológicos:
Físicos:
- Dolores de cabeza
- Taquicardias
- Sensación de nerviosismo y agitación interior
- Hipertensión arterial
- Úlceras gástricas y/o duodenales
- Colon irritable
- Contracturas musculares que impiden el movimiento
- Insomnio
- Cansancio
Comportamentales:
- Aumento del tabaquismo u otras sustancias adictivas
- Alcoholismo
- Mayor ingesta de comida
- Abandono del ejercicio físico
- Abandono de responsabilidades
Psicológicos:
- Depresión
- Ansiedad
- Agotamiento emocional
- Sentimientos de baja eficacia profesional
- Baja autoestima
- Dificultad en las relaciones interpersonales
- Negatividad
- Mal humor
- Conflictividad
- Agresividad
- Falta de concentración
- Desmotivación
Tratamiento del estrés laboral:
El estrés laboral debería ser tratado a nivel preventivo tomando un papel fundamental en las empresas, pero el problema no es tan sencillo. Es mucho más complejo e implica a todo el contexto socio-laboral, psicosocial, político y económico.
A pesar de todo, no podemos quedarnos parados. A nivel preventivo habrá que desarrollar proyectos para reducir el daño en la medida de lo posible. Eso sería lo ideal. No obstante, en la realidad actual, cuando el estrés laboral empieza a afectarnos o cuando ya estamos invadidos podemos actuar.
A nivel individual, existe un tratamiento de elección multidisciplinar, mediante psicoterapia (cognitivo-conductual) y fisioterapia. De esta forma, mediante la psicoterapia conseguimos enseñar a la persona estrategias de afrontamiento del estrés de manera que consiga mantenerse lo más relajado posible, habilidades sociales, reestructuración de pensamientos y mejora de la autoestima. Además de confianza en uno mismo, planificación de objetivos personales y toma de decisiones. También estabilizando a nivel emocional el estado de ánimo y la ansiedad.
Por otra parte, desde la fisioterapia se le ayuda en esos síntomas físicos musculares que producen dolor e inmovilización. Síntomas debidos al exceso de tensión muscular.
Ayudando en la reanudación de la actividad física necesaria con un debido control de ejercicios apropiados para una correcta rehabilitación y recuperación de la actividad física diaria.